Comprendo
que la figura del ganso Casimiro (lo acabo de bautizar) tiene
posibilidades de ser usada. Ahora veo el corral como algo parecido a
La Granja Animal de George Orwell. Un sitio donde fabulando poder
reírme de tópicos de conducta humana. Cierto que es un ganso de
corral lo que me da opción a llamarlo por el desarrollo del cuento
teólogo de corral. Algo que no es nuevo en los escritos burlescos y
grotescos el invento del filósofo de tasca se lo debo a Alcofribas
Nasier (anagrama de François Rabelais) que lo usa en la historia de
Garagantua y Pantagruel.
Apuntaba
el otro día que el cuento surgió como consecuencia de la lectura de
Maimonides. El gran filósofo judío, se empeña en su -Guía de
Perplejos o descarriados- en describir al Dios de la tradición
mosaica. Incorpóreo esencial perfecto y muy lejano a la
personificación en un anciano de barba blanca con la que la iglesia
cristiana lo venía representando.
Por
eso mi ganso tiene que con conciencia o sin ella, tergiversar lo oído
entre los humanos y la verdad revelada. Para hacer a medida del
corral un conjunto de creencias que les haga soportable, a los
animales del patio, la inseguridad en la que viven. Eso sin dejar de
lucrarse en poder y en granos.
Como
se puede entender, la figura es quintaesencia de religiosos y políticos
(malos religiosos y peores políticos) tiene su que. A fin de cuentas
vendedores de un estado del bienestar en el consumo, la independencia
nacional, el gobierno del proletariado o la vida eterna han sobrado
hasta nuestros días.
Todos
ellos son vendedores de humo, porque ninguno de ellos puede no solo
garantizar el buen fin de sus proyectos tampoco pueden garantizar que
cualquier humano alcance un mayor grado de perfección o felicidad en
la utopía que propugnan. Pero en fin allá ellos y los que tragan
con sus fantasías.
Esta
podría ser la historia de Casimiro.
La
historia del ganso Casimiro era esta cuando tenía horas de vida fue
regalado a un niño, este lo consideró su camarada y colega, el niño
incapaz de comprender la
o
que significaba para las aves pasar por la cocina le contaba a
Casimiro lleno de candor, los fines a que tenían reservados a sus
colegas. Algo de lo cual llegó a recordar el ganso.
Sucedió
mas tarde, que una virulenta enfermedad, meningitis, se llevo al
pobre chaval al otro barrio y devolvió a Casimiro al corral. La tía
maría decidió dejarlo morir de viejo, era el ultimo recuerdo vivo
de su sobrino. Así poco a poco y por boca de ganso, nunca mejor
dicho, se fue filtrando el futuro de los distintos individuos gracias
al famoso oráculo.