Montado en el solar carro de fuego
con examen de dudas en tu ojeo
naciendo otra vez luces y sombras
allí donde observando envenenas.
Vuelve la luz y con la luz la duda
la elección torpe entre sol y sombra
eterna dicotomía pro y contra.
Ser o no ser de duda, soliloquio
aquello que en el alba era sombrío
aparece en la tarde de las cosas
con clara claridad ya vespertina
mudada la razón o el atavío.
Días años, las cosas en sí, ¿mutan?
O solo es mutación en la apariencia
creada por la luz de la experiencia.
Años viviendo entre fulgor penumbra
tiñendo el panorama luz y sombra
que razón es, que a más luz haya
haya también más sombra.
Casi prefiero la suave claridad
pensamiento nocturno como luna
que deja la verdad en la penumbra
pensamiento apagado de fulgores
igualando en su matiz luces y sombras
engendra más llevadero panorama
la noche de razón y alienaciones
el cuadro de la especie humana.