Quien de la Estigia laguna preparaba, el chato; que adjudica, a quien perjura.
En trance de beber la tal cicuta, preguntéle yo la razón de mi condena. Y contestome; que todo hombre que en el amor de la mujer porfía, perjuro a de ser sin duda alguna.
¿No sería posible, que fuese Baco, quien el vaso que me ofreces llene?
Mas no hubo clemencia. Que quien a una mujer miente y engaña de la misma laguna del infierno se le debe administrar severa triaca.
¿Triaca? ¡Ay de mi! Opio me dais. Opio contiene; que si adormece en vos el lubrico deseo
habrá menos porfía, menos perjurio...mucho menos follar, o eso espero.
Kasi
P.D. sino por la grosería del penúltimo renglón, me sale una Gongonería fina. Con lo que me gusta a mi el cura Góngora
Imagen: Morfeo e Iris, de Pierre-Narcisse Guérin (1811). Wikimedia Commons
P.D. sino por la grosería del penúltimo renglón, me sale una Gongonería fina. Con lo que me gusta a mi el cura Góngora
Imagen: Morfeo e Iris, de Pierre-Narcisse Guérin (1811). Wikimedia Commons
2 comentarios:
Es que al pan pan y al vino vino... y de cualqier modo esta muuuy fino y precioso,que de paso tambien preciso
un beso
Jajaja, Hay veces que uno quiere ser gamberro y culto. Eso es la mayor cota de culteranismo que puedo dar de mi.
Paga el pato Don Luis Argote y Góngora. Poeta que no juzgo. Cura jugador, mas dado al naipe que al rosario. Que llegó a cambiar el orden de sus apellidos. Para alcanzar mejor eufonía. Y como siempre la ironía del gran maestro Quevedo.
Y todo viene por que leídos algunos de los poetas de hoy en dia
también hacen soledades como migas...
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