En los dos blogs he tratado de las emociones. Para resumir, diré que entiendo por emoción. Es una respuesta biológica, a un estimulo sensorial, a su evocación mediante la memoria, o su recreación por imitación que se nos propone por medio de un medio de comunicación. Entenderemos medio en el mas lato sentido de la palabra. Incluye pues la oratoria, la escritura, la imagen el sonido. Incluye por tanto la literatura, la escultura, la pintura y como no la música. Y estas artes, sustentadas en cualquier medio. Libros, diarios, cine televisión concierto y cualquier soporte incluidos el analógico y el digital.
Tanto en el teatro como en la oratoria griega la emoción y la forma de transmitirla ocupó un espacio en la mayoría de los filósofos escritores y pensadores desde la mas remota antigüedad.
Es mas, una nación, una sociedad, va siempre emparejada, a un cierto código emocional. Hay emociones; que un hombre, o una mujer, de un determinado pueblo y época no deben jamas manifestar en público. De la misma manera que se espera la manifestación de otras. Por tanto, creo que puedo afirmar que el catálogo emocional permitido y exigido es un identificador de pertenencia.
Eso me lleva a pensar, que desde muy pronto la sociedad nos marca con aquello que es lícito expresar diferenciando claramente de lo que no es apropiado (políticamente correcto que se dice ahora) y de aquello que no solo es apropiado sino que se debe manifestar.
Como consecuencia, el ejercicio de represión, esta instalado en nosotros desde que tenemos uso de razón. El -eso no se hace- -no se dice- -no se toca-. Sonsonete pedagógico que todos conocemos. Puede explicar a un estado cognitivo emocional traumático.
La poesía, como yo la entiendo, es una herramienta; que permite llamar las cosas por otro nombre. Burlar la asociación dolorosa entre dos ideas. Aquella que el psicoanálisis descubre mediante una asociación libre de palabras.
Al mimo tiempo podemos focalizar la emoción con su emparejamiento somático. Frases como: Me marea. No me huele bien. Que raro suena. No lo veo claro. Tengo mariposas en el estómago. Ver y tocar como Santo Tomás. Me pone enfermo. Son expresiones usuales que describen asociaciones somato-emotivas. La libertad de descripción y asociación de la poesía puede ser una herramienta para romper vinculos viciosos os somatizaciones molestas.
La duda que me queda es: ¿Podemos usar la libre asociación para liberarnos de de pautas preestablecidas. Utilizamos nuestros escritos para decir otras cosas de manera subliminal para nuestra conciencia. A ello me dedicaré.
Kasi
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