Después de lo de Mario compañera
que se puede decir que no este dicho.
Que no hay nada en mi carácter altanero
y que no hay en tu voz sometimiento.
y a la inversa
Que no queda hiel en tus entrañas
¿y en mi voz que queda? queda el aliento
aliento que alentó mil aventuras.
pasión y sexo.
Mi voz, ronco epitafio de un mujeriego
que solo sabe decir con mucho miedo.
Con miedo a equivocarse...
Mujer te quiero.
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