Se murió el libro y todos los cholitos
fueron al entierro.
El librero mayor oficiaba el sepelio
con cara de ratón bigotes de almidón
serias antiparras de alambre áureo.
El duelo presidían un coro de editores
majestuosos búhos la
urraca Federica
y un alimoche ciego.
desfilando solemnes levantan hacia el cielo
En un caja alta a hombros de lectores...
Comienzan las exequias con el hermano cuervo
doliente quejumbroso afectando pesares
subido en la tribuna comienza su grajeo
en un carro de imprenta
como catafalco
yacen los despojos de aquel libro becerro.
Y un cholito inquieto mestizo de culturas
a su padre pregunta ¡de que murió elzevirio?
Elzevirio falleció, murióse ya por viejo.
¿Y todos los libros mueren?
No, solo se mueren los malos porque los buenos
siempre permanecen vigentes en el recuerdo.