sábado, 13 de diciembre de 2008
Fin de la mudanza
Las iré abriendo poco a poco, y a ver donde las coloco.
Kasivirgen.
viernes, 12 de diciembre de 2008
A mis amigos los amos
pal que la doma y la monta no tenia ni un secreto.
Cuatro veces campeones en cuatro años seguidos en doma salto y enganche lo fueron los sus pupilos.
Y el resumía así su conocimiento y siensia en estos cuatro consejos.
De las erpuelas ni hablá la fusta solo pa vela er bocao y rienda justa en una mano serena y cariño pa una potra y cariño pa una yegua.
Y Martín le digo yo; pa que te sirve la siensia, si la yegua es del amo y lo tuyo la jamelga.
La yegua será der amo pero la disfruto yo, dice en tono socarrón esa es mi siensia.
La yegua con mi disfruta y yo disfruto con ella.
A ver si s'entera el amo en yegua como muhe la erpuelas ar cajón la fusta solo pa vela
mano serena y firme y caricias una jarta tanto en yegua como en hembra.
jueves, 11 de diciembre de 2008
El tiempo nos muda
El tiempo muda el sentimiento, hace unos años escribía algo a partir de un poema de Cátulo.
Hoy lo vuelvo a colgar retocado. Es lo mismo y es distinto luego os pego el viejo, el cambio es solo tuyo.
El olor de tu piel, tu cuerpo.
De espaldas yazgo y me apasiono
erguido tu servidor te espera, dale asilo y posada.
Ven a mí y cabalguemos juntos
hagamos desbocarse la pasión. Seamos uno en la lujuria en el celo.
Tu recuerdo, aviva mi el antojo de recoger la rosa; que bajo el musgo tibio de tu vientre, planto Eros.
Pero ven completa como ser humano, con tus ideas, tus sueños, tus fracasos y tus celos.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
Una rosa ruber
Y en el jazmín de tu cara florece con profusión... cuando te enfadas.
Cuando sientes vergüenza de eso que ahora piensas...
Cuando te sientes sexualmente amada...
Una boca entreabierta al deseo...
Una rosa mujer, rubor entre jazmines.
un beso nonato y un te quiero...
Una rosa y un beso, testigo de pasión, ahora te entrego con el calor que abrasa mis entrañas.
Kasivirgen
martes, 9 de diciembre de 2008
En la Roca Tarpeya Victorio Macho
Un cuerpo de granito; que habla de una raza de mujeres sobrias de buenas castellanas...
Así te vio el hijo, y así te hizo, sentada. Con pie menudo y un rostro claro como ese mármol que sustenta tu mirada.
Miras hacia dentro porque nada parece que te importe. El hijo dio vida al bronce, lo hizo literatura, filosofía, medicina, y al mármol le dio alma...
Yo tuve una madre anciana y me gusta recordarla como esa, ideal serena calma firme en sus convicciones como la roca, como el granito, como el basalto, como la tierra... como su alma.
Kasivirgen