Atardecer huidizo tras la
cristalera del jardín. Las sombras corren al encuentro del sereno,
el relente.
Un pueblo de costa, la
noche ha sorprendido el hálito del mar, que venía a calentarse en
la tierra. Ahora al apagarse el sol, volverá por sus pasos a la
playa, dejando algo de humedad serena.
La noche, siempre procaz
de carnaval o verbena, la noche, imperio de lo lascivo. Sueño tu
cuerpo... una voz tibia; que susurra un si quiero, ni siquiera con
voz un pensamiento. Acepto.
Te busco en el ensueño,
y arrecho.
Atardecer huidizo de la
vida, en una atardecer de otoño-invierno, estoy sin ti, te añoro te deseo.
Burbujas corren en mi sangre, burbujas de pasión de fuego. Y vienen
a morir en una playa. Espuma de la mar, vacía hueca, espuma de un
amor que ya esta muerto.
Atardecer huidizo
crepúsculo recuerdos un brisa mar que venía a calentarse a la tierra
de la memoria.
Se ha hecho de noche y el día la luz y el amor
huyeron.