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miércoles, 5 de marzo de 2014

Cuando el grajo...



Cuando el grajo mora entre las musas
se apaga la razón cojea el verso
la música graznido esperpento.
La palabra seca la voz intrusa
Menudea la razón las sinrazones
y canta el ruiseñor  lamentaciones
cuando el grajo anida entre los versos.

Dedicado a ese paisano sabio y barroco; que se llamó Baltasar Gracián de él es la primera frase, mio el resto.

lunes, 27 de enero de 2014

Hay Nubes



Hay nubes pero a veces

el horizonte se pinta

en ocasos carmesíes.

Hay nubes que en el alba

dejan collar de rubíes.

Un fuego fulgor que habla

de días de frenesíes.

El sol anuncia jornadas

sudor faena, trabajos

es la vida la que mata.

En la vida hay ocasos

que tras áspera jornada

al horizonte poniente

ya con la noche presente

lo pintan con mermelada

de naranja muy amarga.

Es de lamentar el tiempo

de las esperanzas vanas

de los amores fallidos

del vivir siempre sin ganas.

Hay nubes pero a veces

en tormenta no descargan.

Hay albas que de rubíes

ensangrentarán el alma.

viernes, 17 de enero de 2014

Razones de un poema (el anterior)



Se me llenó de invierno el tintero
grumos de nieve saturados de cieno
y aquilones con nieblas barrederas
que entierran los arcenes y aceras.
El cálamo currente  que atorado
ya no trotaba alegres primaveras
y las entrañas de risas ya vacías
hiberna la razón y la alegría.
Se me quedó aterido el corazón
que siempre lo usé de escribanía.

martes, 14 de enero de 2014

Soledades



Oscuro mar que mi penar murmura
y un oleaje de amarguras ...
rompe sobre mi sien negra espuma
Si, a solas vivo a solas muero
un desierto de amores moro
soledad de afectos frio lloro
sin estío, no hubo primavera
solo otoño dulce decadencia
óxidos y herrumbres en la vida
congelado el humano afecto
las sienes de plata aureoladas
la triste soledad con experiencia.

domingo, 12 de enero de 2014

El verso de ayer hoy es ya soneto




Tomaba ayer un verso  de Jacinto Polo de Medina aquel que a oxímoron  encierra Hermosa paz en encendida guerra y a partir de él yo engendraba una historia que hoy fina en soneto.


Hermosa paz en encendida guerra

un puñado de horas solitarias

mueven entre las hojas de mi libro

el recuerdo feliz aquellas calmas

paz del alma en tu sonrisa plena

autora de mi equilibrio eres

arrojando la luz en mi tiniebla

combatiendo las sinrazones  muertas

preciosa paz en enconada guerra

lid de pensamientos contrapuestos

que mi mente encierra.

Vuelve a mi vestida de Palas Atenea

El mochuelo la rama del olivo

luz de la razón la inteligencia.

Y es que hay veces que el que os escribe,  a puro leer versos, termina como aquel bizarro caballero, llamado Don Quijote, que empachado de textos, montó él un mal rocín y yo en ello congruente puesto a montar monté un mal soneto.