Que y porque.
En la aportación anterior, citaba la observación participante. Creo que me debo en el blog una explicación de que me movió a hacerla y porqué.
Mi pasión por entender la mente y una carrera de psicología -como la mayoría de las que se cursan en nuestro pais- absurda, lleva al estudiante al acopio de una serie de conocimientos superficiales. Muchas veces en contra de la autentica doctrina del que los expuso, y otras la mayoría de las veces con total imposibilidad de conexión con otras apreciaciones doctrinas o teorías.
El principio epistemológico debe orientarnos por el contrario a una forma de adquirir conocimiento en la cual los distintos campos del saber humano tengan continuidad y relación.
De la misma manera que no son posibles los logros de la mecánica sin el conocimiento de materiales que forman parte de un motor, y este tampoco es posible sin los conocimientos de la química de los combustibles, o de la electricidad para los motores eléctricos. Es evidente que la psicología debe ser una ciencia -por lo menos en el sentido de conocimiento ordenado- capaz de admitir e integrar aproximaciones desde ópticas diametralmente opuestas.
Ante esta situación decidí intentar la experiencia participativa, mi idea es que si puesto dentro de una comunidad yo puedo experimentar las mismas sensaciones que cualquier miembro del grupo yo debiera ser igual a cualquiera de sus miembros. Si por el contrario no era así, era evidente que yo y mi forma de ser psíquica difiere notablemente de la del común.
Ejemplo si yo me adhiero a un grupo religioso -esto en el sentido mas lato de la palabra- y participando en sus ritos soy capaz de alcanzar una experiencia similar a la suya parece evidente deducir que mi psique es homologa al la del resto. Si por el contrario siento un rechazo, me cuesta seguir los hitos emocionales del resto es que tengo menos afinidad menos comunión con el resto.
Dilucidar sobre el porque de esas conductas (las de los demás miembros del grupo) se puede hacer desde la experiencia y del estudio de terceros. Y tal vez inferir que hay en mi de distinto.
Ego sum Quasi