domingo, 12 de julio de 2015

La Carga


Pasan los días
con el tictac
imperceptible
del reloj interno
tictac-tic tactic-tac
la marcha militar
que a los minutos
les confiere el tiempo.

Pasa desfile
de recuerdos
ensueños
victoriosos
que ocultan
tras de si
el descalabro
viejo.

Tictac-tic Tictac
y un beso
tictac-toc toc-toc
la huesa
ya ha abierto.

Pasan los días
con el tictac
imperceptible
del reloj interno
el claro clarín
suena la carga
y el escuadrón
de almas se aleja
en el olvido
y yo con ellos
a mi destino voy
Y sin aliento.

viernes, 3 de julio de 2015

El hombre en pie


El hombre en pie
ante su asombro
el horizonte percibido
y vio el sol emerger
y esconderse
más allá del mar
de los sentidos

Mar y cielo aire
algo que percibe
externo manifiesto
y solo de su cerebro
es albureo.

martes, 30 de junio de 2015

Tu Aldaba


Cuando una mano de latón mujer
la manzana del pecado empuña
una conciencia habrá de perecer
picaporte de delicada uña.

¿Podrá hacerse del amor aldaba?
O de la mano del ay Eva temer
el golpe efímero tu llamada
y el paraíso terrenal perder.

La condena que tácita llevaba
mutar el paraíso por la nada
cambiar del yo a inexistencia

Trocar pan por sudor dura jornada
festonear la vida con la parca
por tu amor tentaré el azar
ganaré la gloria o la nada.

Cuando tu mano de latón mujer
vino a mi puerta una mañana.

domingo, 28 de junio de 2015

Museos y Yantares


Como venía amenazando os contaré algo de mis vacaciones.

Digamos y es un decir que comenzaron en Ciudad Rodrigo antigua Miróbriga según algunos.

Pues bien, en este apartado lugar cercano a frontera portuguesa existe un afamado museo dedicado al orinal.

En realidad alberga una colección de dompedros, pericos, bacinillas, bacínes y escupideras elemento necesario en los locales de concurrencia pública cuando no existía la costumbre de mascar tabaco.

Os contaré que hay un orinal con un San Jorge, matando al dragón a la araña o vaya usted a saber que. Uno imagina que el orinal pudo usarlo un afectado por los vermes intestinales, lombrices, y dado el tamaño de las mismas, algún piadoso curandero se le ocurriera poner el santo en el recipiente dada la habilidad de San Jorge para terminar con dragones arañas y otras maléficas criaturas.

Pero bueno, eso son conjeturas...

Cerca de Ciudad Rodrigo se halla el pueblo de La Alberca, lugar del que ya hablé antes de mi partida. Comenté lo del cerdo que anda suelto por las calles, es alimentado por todos, sacrificado y sorteado el día de San Antón.

También os hablé de de la moza de las animas, que sale todas las tardes a rezar por los difuntos.

Pues bien eso, son pequeños ejemplos de las costumbres sociales de este pueblo salmantino que ha permanecido oculto en las fragosidades de la Sierra de Francia.

Hoy es un pueblo abierto al turismo, incluido el gastronómico, debido a la crianza de cerdo ibérico y a los excelentes derivados preparados con la carne de este animal.

En fin, el pueblo también es frontero con la comarca cacereña de Las Urdes lo que puede explicar la presencia de usos y costumbres antiguas...

Pero eso no significa que sean retrasados, al contrario, raro es el sitio en que no saben ofrecerte un “buen” jamón ibérico con pa amb tomàque.

Como debe ser cuando hay que esconder la calidad mediocre del jamón, ¡de tontos ni un pelo!

Creo que tengo un pequeño estudio antropológico que data de 1986 y es una buena guía para saber de las costumbres de la zona, comentaré algo más.
Por cierto, que el amigo Ignacio Bellido, salmantino de pro me recomendó buscase las judías de La Alberca, que tienen fama aun dentro de una región en que abunda la buena legumbre. A la entrada al pueblo creo haber visto un hotel que despedía el inconfundible olor de un guiso de judías. Voy a ver si lo encuentro y ya os contaré.

viernes, 29 de mayo de 2015

El mochuelo de Atenea.


El sol tardea entre maleza
alargando en su morir el día
sangrado del tiempo en su tristeza
de bermellón la tarde se teñía.

Luto viste la noche e incerteza
quiebra la luna el cristal del río
en murmullos las ranas y los grillos

Sombras acechando en la penumbra
reinos del mochuelo de Atenea
adonde solo el saber alumbra

Noche del sabio que a ver aprende
igual que en la diurna claridad
y con ojos de mochuelo pretende
la esencia de las cosas penetrar.