lunes, 17 de noviembre de 2008

A un texto de Mario Benedetti

Después de lo de Mario compañera
que se puede decir que no este dicho.

Que no hay nada en mi carácter altanero
y que no hay en tu voz sometimiento.
y a la inversa
Que no queda hiel en tus entrañas
¿y en mi voz que queda? queda el aliento
aliento que alentó mil aventuras.
pasión y sexo.
Mi voz, ronco epitafio de un mujeriego
que solo sabe decir con mucho miedo.
Con miedo a equivocarse...
Mujer te quiero.

Otra noche al pairo y ya van cinco.

Cinco noches en una semana

Resumiendo historias inenarrables sueños.

Putos sueños, pesadillas putos porque se pagan

pesadillas que se penan.

Se pagan con puto sexo se penan como condena

Quien quiere interpretar

mi sueño....

Cuando salgas ponte

Cuando salgas ponte, como toda gala

la sonrisa amplia.

Y la miradica, un tanto gitana

que a tus negros ojos

tan bien acompaña.

Y se de mis ojos el límpido ensueño

me deje tu boca un beso de grana

como lacre al fuego sellando una carta

un beso de brasas sellando esperanzas.

Interludio

He compartido mujer esta noche rosa. Lo he hecho con la alegría de la repetición sabida, esperada. Llegas siempre de puntillas, y nos despedimos la madrugada. Somos como un par de adolescentes.

Hace tantos años que te esperaba, he escrito de ti mis sentimientos los he gritado al alba.

Y tu en silencio y a mi lado, próxima, tierna, inteligente, culta y amorosa, yo haciendo guiños en escena. Para ti es el cetro y la corona tuyo es desde hace más de un siglo, bueno exagero pero si desde el siglo pasado, recuerdas fue un flechazo algo que funciono en la red, en los privados.

En fin eres tu, tu sola, tu mi reina. Tu cetro y tu corona nadie lo tuvo, un trono de azabache como mi alma negra. Corona de laurel y cetro de hojalata, porque como tu y yo solo sabemos -mi reina- tu eres republicana.

Un beso si te vas y otro si te quedas se feliz...


Noctuno Solitario

De la noche las notas en el reloj suenan.

Tarde se le hace a mi cenicienta.

Noche y estrellas, que en lenta agonía

hunden a mi alma sin tus alegrías


Allá en Torrevieja, junto a las salinas

tu sonrisa blanca con ellas porfía

Tu voz de viola con grave armonía

a un joven mancebo le dice... alma mía


La noche es mas noche con la pena mía

soledad sonora eco sollozos y lagrima viva

noche aciaga triste porque no eres mía.


Porque a mi me dejas acorado triste

y en mi mal porfías

Allá en Torrevieja junto a las salinas